CLAVES PARA ENTENDER LA ARTROSIS CANINA.
La artrosis se define como una enfermedad degenerativa que destruye el cartílago de las articulaciones pudiendo llegar a destruir también el hueso, causando dolor crónico.
Para entender esta definición primero habría que echar un rápido vistazo a la anatomía de una articulación normal.
Las articulaciones son las zonas donde se ponen en contacto dos huesos para dar movimiento a una parte del cuerpo. Para que estos huesos no rocen al moverse están recubiertos de cartílago y líquido articular, llamado liquido sinovial que es lo que hace que este tipo de articulaciones se denominen sinoviales.
Si estos huesos llegan a ponerse en contacto al moverse provocaría dolor.
De aquí podemos entender la extrema necesidad de mantener esos cartílagos en perfecto estado.
Para que los cartílagos se mantengan y cumplan su función protectora deberán estar correctamente nutridos, y esta nutrición se hace a través del líquido sinovial que penetra en el cartílago cada vez que la articulación se mueve, para entendernos, el cartílago se asemejaría a una esponja, cuando la articulación se mueve se exprime y saca todo el líquido sinovial viejo ya, para volver a absorber liquido sinovial cargado de nutrientes en el siguiente movimiento.
Ahora bien, con el paso del tiempo estos cartílagos envejecen, se vuelven menos elásticos y la nutrición es menor, tendremos cartílagos que se desgastan, se rompen y desaparecen, dejando zonas en las que los huesos rozan y aquí aparecerá indudablemente el dolor.
Si estos roces se mantienen en el tiempo las superficies de los huesos cambiarán, aparecerá destrucción ósea que de nuevo hará que aparezca más dolor.
Es el momento en el que decimos que nuestro animal tiene artrosis, sus cartílagos no cumplen su función y el desgaste óseo provoca dolor.
Este proceso interno se manifiesta externamente como un animal menos activo, en el caso de los perros aparece cierta resistencia a hacer ejercicio, demanda paseos más cortos, no se sube tanto al sofá y puede llegar a mostrarse molesto o incluso agresivo si le manipulamos zonas dolorosas.
En el caso del gato también veremos un gato menos activo, que no se acicala tanto y que ya no está tanto tiempo en sitios elevados.
Las causas de la artrosis son muchas y muy variadas, existe siempre un componente genético, la edad, el sobrepeso, actividades intensas, traumatismos previos, displasias, etc.
Así que en caso de notar cualquiera de estos signos lo más acertado es pasar por la consulta del veterinario para que haga un diagnóstico completo.
La artrosis como tal no tiene cura, pero si podemos retrasar su avance y por supuesto eliminar el dolor que produce en nuestros animales.
El tratamiento se denomina multimodal porque atacamos la artrosis desde varios puntos:
- Alimentación: es muy importante que al animal no padezca sobrepeso, porque acelerará la progresión de la artrosis. Un pienso específico para perder pienso en caso de sobrepeso es muy necesario.
- Eliminar el dolor: Es el punto más importante de todo el tratamiento. Un perro con dolor es un perro con menor calidad de vida, que se resiste a moverse lo que puede agravar aún más el proceso provocando sobrepeso y que al cartílago que aún queda sano no le lleguen suficientes nutrientes y se degenere todavía más rápido.
- Protección de la articulación: Se hará necesario suplementar al animal con nutrientes específicos para el cartílago, para que sea capaz de mantenerse íntegro el mayor tiempo posible.
Tradicionalmente se ha infravalorado la artrosis y su dolor asociado y aunque cada vez está más reconocida la enfermedad, su tratamiento se basa únicamente en la administración de drogas no esteroideas.
Sin embargo hay una nueva opción terapéutica para nuestros animales, la fisioterapia y rehabilitación.
La rehabilitación nos permite a los veterinarios quitar el dolor de una manera menos invasiva que la de únicamente recetar medicamentos, mediante el uso de electroestimulación, ultrasonidos o láser evitamos la liberación de sustancias nocivas, que hacen que el animal sienta dolor y estimulamos la liberación de otras, como las endorfinas, de sobra conocidas por ser las hormonas de la felicidad.
Además se combina con terapias físicas activas y pasivas, que nos ayudan a nutrir mejor el cartílago, no perder arco articular de movimiento y que la musculatura se mantenga tonificada.
En definitiva, perros con más calidad de vida, con los que poder disfrutar de una vida larga y prospera.
Por tanto, los puntos que no debemos olvidar para comprender la artrosis de nuestros animales son:
- Debemos preservar los cartílagos.
- La nutrición del cartílago depende del movimiento de la articulación, eso quiere decir que nuestra mascota debe moverse para que el cartílago no se degenere.
- Las causas de la artrosis son muchas y variadas.
- El signo principal de la artrosis es el dolor.
- La artrosis no tiene cura, pero se puede retrasar su avance.
- Su tratamiento es multimodal, es decir, se requiere tratar al animal desde varios puntos de vista.
- Lo más importante es quitar el dolor que muchas veces es incapacitante para el animal.
- La rehabilitación nos permite controlar el dolor y mejorar la calidad de vida del animal con artrosis.